Samsung espera seducir a los usuarios con la quinta versión de su teléfono insignia y así enderezar el rumbo, en momentos en que se encamina a la que podría ser su primera caída de ganancias anuales en tres años.
A pesar de que la empresa surcoreana sigue siendo el mayor productor de teléfonos móviles del mundo, está amenazada por las alternativas más baratas hechas en China y una saturación del mercado.
La mayoría de la gente que quería un teléfono inteligente de alta gama ya lo tiene, por lo que es más difícil vender nuevos teléfonos.
Consciente de los desafíos, el fabricante fijó un precio para el S5 un 10% por debajo del anterior modelo S4. El precio del modelo desbloqueado en Corea del Sur es de US$832.
BBC Mundo recogió la opinión de varios expertos:
Chris Hall, editor del sitio sobre dispositivos móviles Pocket-lint
El Samsung Galaxy S5 va a lo seguro en el diseño, fiel a una fórmula ya probada con su carcasa de plástico y su acabado con un entramado cromado. Es fácil agarrarlo de la parte posterior y todavía tiene la ventaja de poder cambiar la batería, dos cosas a favor.
Por dentro Samsung le ha metido la última tecnología, como para hacer del teléfono un verdadero bólido.
Tiene potencia del procesador y rendimiento de batería para todo el día, una impresionante pantalla de 5,1 pulgadas (13 cm.), con una cámara que ofrece buenas fotos y la opción de captura de video de 4K de ultra alta definición, listas para atravesar la próxima generación.
Pero la implementación del escáner de huellas digitales no es tan prolija como la del iPhone y tampoco estamos seguros de que el sensor de frecuencia cardíaca sea algo que los usuarios estuvieran deseando.
Tiene muchas características para hacerlo un dispositivo súper-conectado, pero creo que la interfaz del usuario podría ser un poco más rápida y pulida.
El Samsung Galaxy S5 es, sin duda, un gran dispositivo, pero no estamos convencidos de que sea el más grandioso.