Papa Francisco. |
Francisco tenía preparado un discurso pero decidió obviarlo por completo e improvisar sus palabras y hablar de corazón, después de escuchar los testimonios de tres sardos: un parado, un pastor y una empresaria.
“Perdonadme por estas duras palabras, pero donde no hay trabajo falta la dignidad”, exclamó el papa argentino quien añadió que “es difícil tener dignidad sin trabajar y que el trabajo es dignidad, llevar el pan a casa, y amar”.
“Vivimos las consecuencias de una decisión mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia. Un sistema económico que tiene en el centro un ídolo que se llama dinero. Pero Dios ha querido que en el centro del mundo estén el hombre y la mujer y que lleven adelante el mundo con su trabajo, y no el dinero”, explicó.Leer Mas-->>
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