En el contexto de esa realidad, la tendencia universal es de alejamiento de la ciudadanía por nacimiento, a la vez que muchos países que una vez tenían esas políticas las han eliminado en décadas recientes.
Estos datos los revela un estudio del Centro para Estudios de la Inmigración, con sede en Washington, Estados Unidos, regentado por Mark Krikorian, su director ejecutivo. Su autor, Jon Feere, es analista de política legal del organismo.
Los países que han aprobado nuevas políticas para regularizar el estatus de los inmigrantes ilegales o modificar cláusulas para ajustarlas a los residentes legales, han encontrado focos de resistencia, aunque pocos como la República Dominicana, víctima de una campaña de denuncias en foros locales e internacionales.
Esta semana, Mark Krikorian, director del Centro para Estudios de la Inmigración, dijo a LISTÍN DIARIO que la decisión de República Dominicana de introducir cambios en las reglas para otorgar la ciudadanía a hijos de inmigrantes nacidos aquí es una prerrogativa de la nación, aunque manifestó su desacuerdo con la sentencia del Tribunal Constitucional.
El trabajo del Centro se enfoca, básicamente, en el fenómeno de la inmigración ilegal en Estados Unidos, la protección centenaria de ese país a los hijos de ilegales, analiza los intentos por introducir cambios a esa tradición y, finalmente, hace una comparación con la realidad que han afrontado y encaran otros países que buscan regular el flujo migratorio a través de legislaciones.
Solo 30 naciones del planeta conceden en sus constituciones la ciudadanía automática para hijos de ilegales o en tránsito que han nacido en sus territorios.Leer Mas-->>
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentarios