El gobierno de Brasil decidió el 15 de marzo crear un grupo multisectorial que acompañará la crisis nuclear en Japón y eventualmente pasará revista a sus protocolos de seguridad en materia atómica, anunció el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante.Mercadante hizo el anuncio tras una reunión con representantes de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN), el Centro Brasileño de Investigaciones Físicas y del departamento de Ingeniería de la Universidad Federal de Rio de Janeiro.
El objetivo es “hacer una acompañamiento diario de los hechos, a medida que van surgiendo, sobre la situación en la usina de Fukushima”, severamente averiada por el terremoto del pasado 11 de marzo y el impacto de un maremoto poco más tarde, explicó Mercadante.
El ministro brasileño no descartó que del análisis del episodio los peritos sugieran modificaciones en los proyectos y protocolos de seguridad de las usinas nucleares Angra I y II – ya en operación – y la futura Angra III.
“El caso de Japón deberá terminar con una serie de nuevos protocolos. Brasil adoptará las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la población”, dijo. “No tenemos problema en rever prácticas, protocolos ni políticas para mantener la seguridad de nuestras usinas”, agregó.
Hasta ahora, aseguró, no hay registro de problemas en las usinas Angra I y II. “En todos estos años, décadas de funcionamiento, quedó demostrado que son totalmente seguras”, afirmó.
Además de Angra I y II, el Ministerio de Defensa coordina reservadamente los trabajos para el desarrollo de un propulsor nuclear para un submarino, cuyo casco Brasil ya compró a Francia.
Después de un sismo y un maremoto devastadores, una serie de graves problemas afectan desde el 11 de marzo a la central Fukushima 1, 250 km al noreste de Tokio.
Desde entonces, los reactores 1, 2 y 3 han sido afectados por sendas explosiones, lo mismo que el reactor 4, pese a que este último estaba detenido por mantenimiento al ocurrir el terremoto.
